Sara está en su estudio terminando de coser un vestido cuando llega Keith y le mete prisa.
Keith: Cuándo dejarás de comportarte como una plebeya?
Sara: Soy una plebeya orgullosa.
Keith: Una plebeya orgullosa? Orgullosa...?
Keith la arrincona contra la pared.
Keith: Escuchemos entonces lo que una plebeya tiene que decir...
Sara: Ah... ah, Príncipe Keith, estás muy cerca...
Keith: Por supuesto que lo estoy, cómo sino podría hacer esto...?
Pero justo cuando está a punto de besarla llega Cathy a por su vestido. Se queda encantada con él y a cambio le ofrece a Sara una corona de flores. Luego le pregunta a Keith qué le parece y él, sonrojado, dice que no está mal.
Cathy: Vamos Keith, no se te ocurre nada mejor que "no está mal"?
Entonces llega Alma y riñe a Sara por estar trabajando el día de su fiesta de compromiso, a lo que ella responde que tenía que terminar el vestido que le había prometido a Cathy. Monsieur Pierre también llega y después de alagar a la parejita se da cuenta de la presencia de Alma. Ahí se descubre que Pierre fue aprendiz de ella y que fue gracias a ella que Pierre la llamara tan pronto después de ser exiliada. Naomi también se apunta a la fiesta y poco después, por fin, se marchan todos y los dejan solos.
Keith: Sara... te queda bien...
Sara: Pero... dijiste que "no está mal"...
Keith: Eso... eso fue... bueno, estaba algo hechizado por ti y decir algo era difícil...
Se sonroja.
Sara: ... Gracias
*Beso romántico*
Keith: Con esto... creo que podré aguantar un poco más.
Sara: Aguantar...?!
En ese momento aparece Luke, que al verlos abrazaditos se sonroja y aparta la mirada.
Ya de camino a la fiesta, Sara está de los nervios y Keith la hace reír para tranquilizarla.
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Tras pasar el ataque de los flashes llegan a la fiesta y el príncipe la coge del brazo y la mira preocupado.
Keith: Si quieres echarte atrás, esta es tu última oportunidad.
Sara: Aún sigues diciendo cosas así ...
Keith: Estoy bromeando, boba. No te dejaría echarte atrás.
Keith sonríe gentilmente.
Keith: Vamos...
Sara: Vale...!
Al entrar se encuentran a todo el mundo con sus mejores galas y sonriéndoles. Son recibidos con aplausos y a Sara le entran ganas de llorar.
Una vez acabada la fiesta, ya en el coche...
Sara: Hoy fue un día realmente feliz...
Ella había llorado todo el camino de vuelta, así que Keith le pregunta a qué ha venido todo eso.
Keith: No parabas de decir que el día ya había acabado.
Sara: Huh? Bueno...
El coche pasa por delante de la mansión.
Sara: ...Esa no era la mansión?
Una vez llegan a su destino, Sara se encuentra frente a un lujoso hotel.
Sara: Huh? Dónde estamos...?
Keith: Estamos aquí. (Ah, vale...)
Ya en la habitación.
Sara: Oh... Esto es...
Sara se queda anonadada.
Keith: Qué pasa? Te encuentras mal por la comida de la fiesta?
Sara: No... pero hey, no comí tanto en la fiesta!
Keith: En serio?
Keith se ríe y Sara se pregunta porqué la habrá traído a un hotel.
Sara: Omg...! Es increíble! Las luces parecen joyas... - dice mirando por la ventana- Hey, esa es la mansión!
Keith se ríe.
Keith: Estoy algo celoso de que vosotros, los plebeyos, podáis impresionaros por cosas así...
Sara: Deja de decir esa palabra!
Luego decide ponerse seria.
Sara: ...Por qué de repente?
Él se le acerca, serio.
Keith: ...Quería tener una noche a solas contigo.
Sara: Huh?
Keith se le acerca y sus labios se funden. El beso es largo y apasionado. Sara siente que le fallan las rodillas y Keith se aparta y le susurra al oído.
Keith: ... Es eso un problema?
Sara: Ah... Yo...
Keith la coge de repente en brazos y la lleva al dormitorio. La deja sobre la cama y se sube encima suyo. Luego la coge por las muñecas y empieza a besarle el cuello.
Sara: Príncipe... Príncipe Keith, espera!!!
Keith: Qué?
Sara está descolocada por lo repentino de la situación y no sabe cómo decírselo por miedo a que se enfade.
Keith se aparta.
Keith: ... Voy a darme una ducha.
Le alborota el pelo y se marcha sin decir nada más. Al volver, le pregunta si quiere ducharse y cuando sale del baño se lo encuentra dormido en la cama. Ella se sube a la cama y se abraza a él que, de repente, se gira y la abraza con fuerza.
Sara: Ahhh!!!
Sara: Ahhh!!!
Keith: Hey... en teoría no deberías gritarle así a tu prometido...
Sara: Lo siento...
La bata se le empieza a caer a Keith CG! Y se le echa encima. >> Imágenes!
Keith: Estabas bastante indecisa antes, así que te di tiempo... pero no sé cuánto podré soportar si sigues actuando así de mona.
Sara: Sólo estaba sorprendida por lo repentino que ha sido todo...
Keith: Está bien. Sólo estate tranquila.
El beso que apretó contra sus labios era tan cálido que sentía como se derretía bajo él. Era un apasionado beso de los que roba el aliento. La besó una y otra vez, parando cada vez para comprobar su reacción. Entonces sus ojos se abrieron lentamente... (Imáaaaaaaagenes!).
Keith: ... No quieres mi amor?
De repente sonrió juguetonamente.
Keith: ...
Sara: ...
Su expresión pasó a una dulce sonrisa.
Keith: ... Te quiero, Sara.
Sara: Príncipe Keith... yo también. Yo también...
Keith: Que tú qué? Tienes que decirlo.
Sara: ... Te quiero, Príncipe Keith...
Su sonrisa creció y su cara irradiaba felicidad. Mirando a su sonriente cara, Sara cerró los ojos. Sintió unos cálidos labios sobre los suyos y ella respondió con entusiasmo, decidida a conocerle mejor.
Sara: Sara, me alegra tanto haberte conocido...
Los besos de Keith lentamente empezaron a aventurarse más allá de sus labios, hacia abajo.
Una larga noche acaba de comenzar y las estrellas que brillaban titilando, como pequeños diamantes en el cielo, se apagan una a una a medida que progresa la noche...
De repente sonrió juguetonamente.
Keith: ...
Sara: ...
Su expresión pasó a una dulce sonrisa.
Keith: ... Te quiero, Sara.
Sara: Príncipe Keith... yo también. Yo también...
Keith: Que tú qué? Tienes que decirlo.
Sara: ... Te quiero, Príncipe Keith...
Su sonrisa creció y su cara irradiaba felicidad. Mirando a su sonriente cara, Sara cerró los ojos. Sintió unos cálidos labios sobre los suyos y ella respondió con entusiasmo, decidida a conocerle mejor.
Sara: Sara, me alegra tanto haberte conocido...
Los besos de Keith lentamente empezaron a aventurarse más allá de sus labios, hacia abajo.
Una larga noche acaba de comenzar y las estrellas que brillaban titilando, como pequeños diamantes en el cielo, se apagan una a una a medida que progresa la noche...
FIN!!
Y consigues otra carta :P
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